Cuando se hace inviable recurrir a la familia y a los amigos, lo mejor es la ayuda de un equipo de profesionales. Acostumbrados a recibir diariamente patrones de comportamiento similares pero variados entre sí, las parejas llegan pensando que su situación es única e insalvable. Pero con la atención profesional de los servicios de los psicólogos de pareja, podrán comprobar que “lo suyo” sí tiene una posible solución.
Pero quizá para lo que no están preparados es para saber que en muchas ocasiones, la única solución posible pasa por romper sin drama su relación de pareja. Y aunque este final es el último al que se quiere llegar cuando hay voluntad de seguir, lo cierto es que el coaching de pareja aconseja la mejor de las soluciones aunque la más inesperada sea abandonar el proyecto que ya no funciona.
Aprender a comunicarse bien, a conocerse a uno mismo sin tapujos y a conocer al otro igualmente sin reservas, a veces es una de las terapias que solucionan todo. Pero como cada pareja es un ejemplo de lo que se hace mal, los psicólogos Madrid tienen que abordar terapias colaterales que son comunes a otras tantas como la de la depresión, la falta de autoestima, la soledad, la incomprensión y todo un cóctel cuya mezcla hace que haya fallos en la pareja, individualmente y en común.
Rediseñar un modelo positivo de pareja que una vez existió, o quizá nunca, requiere voluntad por parte de ambos. Y muchos especialistas de la psicologia ecológica apuntan que no vale hacerlo solo por los hijos, por el status o por el entorno que ejerce determinada presión, hay que hacerlo por el único interés de esta unión y por lo que un día significó. Y es que aunque sean muchos los motivos para retomar una relación, esta decisión debe partir de la voluntad de uno mismo y por el bien de ambos miembros.
Se trata de acudir a los psicólogos de pareja para salir triunfantes o salir con una vida nueva en solitario y una experiencia de vida en común. Y es que el objetivo es cambiar el comportamiento disfuncional de los miembros y promover las fortalezas de su relación. En la mayoría de los casos es posible, pero si no se acude, se pierde la oportunidad de ganar una nueva vida en común excelente y duradera. Está claro que merece la pena al menos intentarlo.