Muchas personas sienten la llegada de la primavera como un acontecimiento feliz, el buen tiempo les pone de buen humor, tienen más ganas de salir y de disfrutar de la vida y de quedar con los amigos. Pero otras muchas notan que, al llegar la primavera, pierden el interés prácticamente por todo.
Cansancio, dolores musculares, una fatiga que no se va con el descanso o incluso acarrear un resfriado tras otro con algunos de los síntomas de lo que se ha dado en llamar astenia primaveral. Un síndrome que no suele durar más que un par de semanas pero que hace que, para quienes la padecen, sean realmente largas.
Los suplementos alimenticios especialmente pensados para elevar el estado de ánimo, como los que puedes encontrar en esta Web, son una fantástica manera de combatir la astenia de manera natural y sin tener que recurrir a los medicamentos. Además, fortalecen el sistema inmunitario evitando esos pequeños problemas de salud encadenados típicos de esta época.
Pero existen otras formas de combatir la astenia primaveral que también resultan muy efectivas, ya sea por sí mismas o combinadas con los complementos alimenticios específicos para este fin.
Consejos para combatir el cansancio primaveral
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Evita cambiar bruscamente tus rutinas:
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Es posible que el buen tiempo haga que te apetezca acostarte más tarde porque la luz del sol brilla más horas. Pero si tienes que madrugar al día siguiente lo mejor será cerrar las persianas e imaginar que es noche cerrada.
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Evita las dietas milagro:
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Es algo muy típico de la primavera, de repente nos damos cuenta de que la ropa del año pasado no nos queda igual y queremos perder peso. No es malo hacer dieta pero sí querer perder en una semana todo lo que sobra y hacer restricciones muy duras para poder conseguirlo. Lo mejor es que hagas una dieta equilibrada y aumentes el consumo de verduras y frutas pero sin excesos dietéticos.
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Haz un poco de ejercicio:
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No importa si te sientes muy cansado y con ganas de tumbarte al salir de trabajar. Es bueno hacer un poco de ejercicio, aunque sea caminar, para activar el cuerpo y que este comience a reaccionar al cambio de tiempo. Verás como los dos o tres primeros días te cuesta, pero luego puedes hacerlo sin ningún problema.
Sobre todo, no olvides que es algo temporal y que no tiene excesiva importancia. En pocos días volverás a sentirte igual que siempre.