Vivimos en una sociedad muy dura, donde predomina la estética y hacemos divisiones sociales a nuestro antojo. No cualquier puede sentirse a gusto dentro de esta sociedad, sobre todo esto se manifiesta en las personas más jóvenes.
¿Pero por qué somos así de duros e injustos?
Nos educan desde un punto de vista egoista, siempre pensando en nosotros y sin ponernos en el lugar del otro. Esta falta de empatía nos lleva a realizar comportamientos normales para nososotros, pero repercuten negativamente en la vida de los demás.
El defecto físico suele causar risa y burla en las personas más jóvenes, y por ello las acciones que afectan a este tipo de personas suelen tener su repercusión en el futuro, haciendo que estas personas sean incapaces de realizar actividades debido a la barrera psicológica que se les ha impuesto desde pequeños.
Modificar la educación que impartimos a nuestros hijos introduciendo este tipo de complejos como normales y haciendoles comprender desde un punto de vista empático puede ser la solución para evitar este tipo de casos.
Podemos ver algunas de las razones para no tener complejos pulsando aquí.
Nuestra postura también influye
Cuando nos vemos afectados a nivel personal por este tipo de complejos, debemos ser capaces también nosotros de sacar una fortaleza psicológica para afrontar los problemas causados por nuestros defectos. Las consultas de psicología online o presenciales pueden ser de gran ayuda a la hora de no sentirnos solos afrontando estos retos personales.
No existen límites en nuestra vida, sino que existe un punto de vista equivocado o una mala actitud por nuestra parte. Hay que sentirse capaz de todo, aceptar nuestros límites físicos, pero nada más lejos de ello, hay que luchar por determinar los limites psicológicos, luchando contra aquellos impedimentos instaurados en nuestra persona.
También hay que decir que a veces esos límites a veces ni existen, y son creados por las personas víctimas del orgullo, o de su baja autoestima y pueden ser completamente eliminados afrontando otra postura o comportamiento para afrontar nuestros problemas.
No hay limites reales en tu mente, simplemente los límites emocionales los pones tu.
Autor: Granada Psicólogos
No podemos permitir que los complejos detengan nuestro desarrollo personal. Al final de cuentas lo que más importa es la seguridad que podamos transmitir y concentrarnos en nuestras fortalezas, así muchas personas estarán felices de compartir con nosotros.